¿Visitantes o visitas?

Durante todo el verano, los medios de comunicación nos han ido dando puntualmente y al detalle la cantidad de visitantes que han ido pasando a diario por el archinombrado recinto EXPO. Pero la cifra que se nos ofrece ¿es de visitantes o de visitas? Pues yo creo, honestamente, que en realidad tal guarismo pertenece al número de visitas y no de visitantes y paso a explicarlo en las líneas que siguen. Si yo voy al recinto por la mañana, salgo a comer un menú del día al Restaurante La Teja(recomendable), previa colocación de la preceptiva pulsera, y vuelvo a entrar por la tarde... ¡Sorpresa! Me acabo de multiplicar por dos, puesto que soy un mismo visitante (servidor de ustedes) pero contabilizo en el libro diario de Roque Gistau como dos visitas. Se puede decir más alto... Otro caso. Aquellos ciudadanos de esta Inmortal que poseen el pase de temporada. Puesto que pueden entrar y salir de la Internacional (la EXPO, eh) las veces que les venga en gana durante el mismo día, contarán tantas visitas como veces pasen por el torno de la entrada. Además con los cálculos que la organización manipula y dirige como y por donde quiere, contabilizarán al final del magno evento (le dedicaremos capítulo especial) tantos visitantes como veces hayan repetido la maniobra de acceso a la muestra de Ranillas. Vamos, que si mi hermano y mi cuñada han pasado por allí unos 50 días (doy fe, pasaporte a falta de sello de un solo país) y en alguno de esos días han entrado y salido varias veces del lugar, resulta que en la historia de la EXPO habrán enchufado en las estadísticas la friolera de... más de 200 visitantes!! Ya saben, la Estadística. Esa ciencia que dice que si yo me como cuatro pollos y mi amigo ninguno, nos hemos comido dos pollos cada uno. A mi no me cuadra. No sé a ustedes.