martes, 27 de enero de 2009

El Barça de Guardiola


No quiero parecer Nostradamus, pero en mi entrada de El Blog de Toño Andía de fecha 7 de Octubre con título “Pep Guardiola, ese baluarte”, se vaticinaba lo que podría ocurrir si este genio del fútbol lograba transmitir a sus jugadores toda la grandeza que nos mostró en su etapa de jugador. El Barca del ingeniero Guardiola puede batir todos los registros habidos y por haber. Ojo porque Cruyff puede quedar, a este paso, a la altura del barro. Ha logrado equipo de fútbol y, no menos importante, equipazo humano. Y no se centren sólo en los cracks foráneos. Cuentan con dos mentes privilegiadas, dos auténticos delineantes que acarician la pelota de forma magistral: Xavi Hernández y Andrés Iniesta. La cantera culé sigue dando joyas, pero éstas con continuidad y no como las aparecidas a lo largo de los tiempos en la Casa Blanca, que se eclipsaron en cuanto se llenaron los bolsillos (Michel, Butragueño, Raúl, Martín Vazquez y un largo etcétera) Otros salieron de Barcelona hacia Madrid y allí la cagaron (con perdón) Por ejemplo, el turolense Luis Milla o el mercenario Luis Figo.

Las cosas van bien para Guardiola.Yo me alegro, que quieren que les diga. El Trainer de Sanpedor es buena gente y, ante todo, un caballero. Amén de saber y no poco de fútbol. Y a Dios lo que es de Dios, y al César lo que el del César, amigos merengues. Ante lo que está pasando esta temporada en Camp Barça no queda más que disfrutar, rendirse a la evidencia, reconocer la intratabilidad del líder y levantarse el sombrero. Todo lo que no sea eso, será quedar como unos cocheros. Avisados quedan los seguidores blancos.

miércoles, 14 de enero de 2009

Papeles y plásticos

Recientemente he recibido en mi domicilio del barrio de los músicos dos nuevos ejemplares de las guías de teléfono, las blancas y las amarillas. Una pena. Aún tengo las del año pasado envueltas en su plástico y todo. Ni tocarlas. Cuando necesito un teléfono recurro a la Interné, mucho más sencillo y rápido. Sres. de Telefónica, que yo no las quiero, coño…Semejantes tochos no hacen en casa más que estorbo, amén de ser inútiles y colaborar con tan desproporcionada utilización de papel en la salvaje guerra que los humanos le hemos declarado al planeta. ¿Recuerdan el espectáculo del Iceberg? Menudo drama…

Todo ello en una ciudad que además se ha erigido en estandarte del desarrollo sostenible en la ya quasi olvidada Expo 2008.Una ciudad en la que, como en casi todas, se derrocha papel de forma y manera totalmente descontrolada, sin que nadie haga casi nada para evitarlo. Yo hace ya bastantes años que ordené a mi banco que todos los comunicados me llegaran por correo electrógeno. Primera medida recomendable. Por no tener, no tengo ya ni libreta. Segunda. Me niego. ¿Para qué la quiero, friends?

Con pequeños gestos como estos, podemos contribuir a frenar esta debacle medioambiental por la que nos recordarán generaciones venideras. Y todo esto en la sociedad del plástico. Los vertederos están invadidos por enormes cantidades del fatal material. Hace 60 años, casi ni existía. Hoy es un cáncer más de nuestro medio ambiente. Concienciarse el ciudadano de a pie, obligatorio. Que nuestros dirigentes pongan medios y facilidades, imprescindible. Pongamos todos un poco de nuestra parte. Premio a los buenos, mano dura a los malos. Por tus hechos te santificarán o te crucificarán, amigo mío…

martes, 13 de enero de 2009

Al pan, pan ...


Ya lo decía el maestro Joaquín Sabina. Resulta que, desde hace algún tiempo y amparados en la riqueza de nuestro vetusto castellano, parece que nos empeñamos en cambiarle el nombre a las cosas, dando a veces extraños giros que descolocan al más pintado. Las líneas de autobús cortas son ahora lanzaderas. Los presos han pasado a llamarse reclusos y los terroristas, violentos. Lo que nuestros antecesores y nosotros mismos siempre hemos llamado caguerilla (con perdón por el maloliente palabro) ha pasado a denominarse gastroenteritis vírica y los hipermercados ya hace días que se convirtieron en grandes superficies.

Nuestros políticos se han batido el cobre para buscar el vocablo que más se ajusta a la crisis económica que nos machaca actualmente el bolsillo. Desaceleración y recesión parece ser que sirven como sinónimos. A otros de la misma cuerda no les gusta la privatización y prefieren el término externalización. Y para más inri, la separación de la Infanta Elena se ha bautizado como cese temporal de la convivencia (olé tus cojones, que diría un castizo…) Y otra y daban la una: ya no generamos basura, generamos en nuestras casas residuos sólidos urbanos.

Y así podríamos seguir y no parar en este mundo de locos en el que parece que nadie quiere ni intenta llamar al pan, pan y al vino, vino. Las cosas por su nombre, queridos. En caso contrario, no hacemos sino marear al personal que a veces no sabe ni por dónde le da el aire. Aunque sea cierzo. Más bien parece esto la Torre de Babel. Así nos va.