Los Semáforos de Rosales del Canal

Parece ser que esta Urbe sólo ha mirado este verano hacia Ranillas y se ha olvidado de los pequeños detalles que hacen más fácil y llevadero el día a día de los ciudadanos mortales que la poblamos. El ya lejano 4 de junio remití carta de protesta al Excmo. Ayuntamiento y a Heraldo de Aragón lamentándome del “no funcionamiento” de los semáforos de Los Rosales del Canal, que desde la creación del barrio siguen intermitentes. Como matizaba en esa queja, el tráfico ha ido in crescendo de forma espectacular debido a la inauguración del Camping Municipal, la apertura del nuevo acceso de la Carretera de Madrid y la ubicación de la una nueva clínica al final del barrio. Las intersecciones se vuelven cada vez más peligrosas, agravándose la situación por la negligencia de algunos conductores que manejan ignorando las más básicas normas de circulación. Han pasado ya desde esa misiva quejosa más de tres meses y la situación continúa siendo la misma. Tendremos que lamentar alguna desgracia personal para que alguna lumbrera bien pagada proceda a dar la orden para que los semáforos funcionen con absoluta normalidad. El problema es que , como muchas veces ocurre en este país, no se piden y exigen explicaciones a los que, irresponsablemente, no ponen solución a estos pequeños problemas hasta que no ocurre un fatal accidente. Eso sí, a pesar de todo, permanecerán impasibles enganchados mientras puedan al sillón que ocupan, en el que, no se olviden, los colocó el Pueblo. Lamentable.