Estos días es tema de rabiosa actualidad la reutilización del recinto EXPO, amén de los lares anexos y creados para la ocasión de la muestra ¿internacional? Es el caso de los aparcamientos Norte (cercano al Culo del Mundo, para no iniciados revista de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales, a la que se dio ese nombre en honor a la enorme distancia a la que se encuentra dicha Escuela del centro de la urbe) y Sur, también llamado “de la Almozara”. Pues resulta que al Consistorio se le ha ocurrido la brillante idea de trasladar a los comerciantes del mercadillo de los miércoles y domingos, popularmente llamado “el Rastro”, a ese aparcamiento sito junto a la antigua Química. Oiga, a mi me parece fenomenal la idea, sin que sirva de precedente. Venimos además de situar el mercadillo ambulante colapsando y anulando una de las entradas de Zaragoza, originando el consiguiente pollo de tráfico en los días de venta en las inmediaciones del Tercer Cinturón. Ya se cometió un error en su día, cuando desde el Excmo. nadie se atrevió a poner el cascabel al gato y enviarlo 300 metros más abajo,colocándolo en el antiguo recinto ferial, donde el impacto hubiera sido bastante menor. En el nuevo emplazamiento de la Almozara, no molestará apenas a vecinos ni colapsará arterias principales de la Ciudad. Dótese el lugar los días de mercado de un buen servicio de autobuses y gírese el recibo de la empresa FCC, adjudicataria de la limpieza pública, a los comerciantes del Rastro que, día sí, día también, dejan el espacio ocupado en un lamentable estado de revista. Que aquí, lo fácil es pedir. Pero cuando se habla de deberes, todos a esconder el hombro.