
Mi libreta de amigos cuenta con un buen número de aficionados al mundo de las motos. Entre ellos mi entrañable Dani Castelar, que me apuntaba el otro día un tema que hoy abordamos en este blog. ¿Se han dado cuenta de cómo está el asfalto del casco urbano de nuestra ciudad? Oigan, un penica. La mayoría no nos damos cuenta porque el peor de los automóviles que hoy circulan por nuestras calles cuenta con una más que aceptable amortiguación. Pero yo les propongo a mis lectores que hagan un pequeño ejercicio y se vayan fijando en cualquier trayecto urbano del lamentable estado de las calzadas de esta Inmortal Ciudad. ¿Será que este verano se han olvidado en nuestro Consistorio de la operación asfalto por aquello de la muestra internacional de Ranillas, que ha acaparado todas las miradas? Los moteros se quejan, y con toda la razón. Circular por la ciudad en moto se ha convertido últimamente en una gymkhana de baches y grietas que hacen del trayecto una mezcla del Dragon Khan y la Estampida. Y lo que es más grave, esto no sólo afecta a motoristas. La posibilidad de producirse un accidente queda más que claro que se incrementa para el motero debido a estas irregularidades del pavimento. Pero también se pone en riesgo la seguridad de viandantes y del resto de conductores. Que nadie se engañe. Y que no me salga al quite algún lector diciendo que los moteros están locos. Hay moteros negligentes e irresponsables, igual que hay conductores de automóviles a los que se les debería retirar el carnet de por vida. Pero afortunadamente, también los hay responsables y con talento. Y muchos, como el bueno de Dani. A ver si los responsables políticos se ponen las pilas. Y si no, ha de ser el tejido asociativo (federaciones de barrios, asociaciones de vecinos…) el que en estos casos debería pegar el puñetazo sobre la mesa. Porque a mi puntualmente me cae todos los años el impuesto de la circulación, y sin rechistar, lo pago. Pero luego me gusta circular por un asfalto en condiciones y no por un camino de cabras. ¿O es que sólo se trata de pagar mucho y recibir poco? Pues vaya negocio.