Recientemente he pasado por el quirófano para ñapear una hernia inguinal (de esas que les salen a los que curran mucho). Puesto que el sistema público de asistencia sanitaria (también llamado Seguridad Social) tiene muchas virtudes (buenos medios técnicos, mejores profesionales) pero también tiene muchos defectos (masificación, listas de espera interminables, lentitud en la atención no urgente, regulares estancias…), algunos mortales, como un servidor, tenemos contratada un póliza de salud privada que, fundamentalmente, sirve para poder agilizar y dinamizar las intervenciones quirúrgicas y las pruebas diagnósticas con las que nos eternizaríamos en la SS. Todo es mucho más rápido. No descubro nada hasta ahora.
Para tratar y reparar mi hernia he utilizado pues mi póliza particular. Y dicho y hecho. En cuatro días, consultas, pruebas, preoperatorio y operación. En estos momentos, tras mi paso por quirófano y una noche en la clínica, convaleciente en casa (lo que me hace tener tiempo libre para escribir estas líneas)
Lo que no entiendo, por más vueltas que le doy, es que cómo es posible que cuando se realiza la misma intervención en el sistema público, el alta hospitalaria se realiza en el mismo día (sin hacer noche en el hospital, vaya). Vamos, que un ciudadano que no tiene póliza privada no necesita los tantos goteros de Nolotil y Paracetamol que me fueron inyectando de forma y manera alterna a mi cada cuatro horas y que me hicieron pasar la noche más que cómodamente en la cama del hospital. Algo falla. Si el paciente es el mismo (yo mismo podría haber recurrido al sistema público, unos meses más tarde), ¿por qué el protocolo a seguir no? ¿Pero no es la asistencia sanitaria privada la que pierde calidad en una búsqueda desesperada de recortar gastos para aumentar los beneficios? ¿O será que se está recortando servicios públicos empeorando la calidad de los mismos, siendo el mismo de siempre el que paga los platos rotos? Más me inclino por esta segunda opción, queridos y queridas.
En fin, salud que tengamos, que hambre no faltará…